Hoy traigo una lista de mis series favoritas de mis años de colegio, entre los años 80 y 90. Para seleccionarlas he intentado elegir aquellas de las que me gustaban los dibujos, la trama... o que siguiera en su momento con más interés. Hay que recordar que cuando eres un niño eres ingenuo y te tragas casi cualquier cosa. Desde luego no están todas las que son, pero seguro que son todas las que están. Que conste que cada uno puede opinar lo que quiera... yo soy una teleadicta confesa... ¿Os atrevéis a probar? A mí me salen muchas más de diez... XD
1. Dragones y mazmorras
Lo que tenía que ser un día normal en el parque de atracciones se convierte para un grupo de amigos: Hank (el arquero), Diana (la acróbata), Eric (el caballero), Preston (el mago), Sheila (la bruja con la capa que hace invisible) y Bobby (el bárbaro armado con un garrote) en una aventura increíble. Llegan al mundo de Dragones y Mazmorras, donde, con la ayuda del Amo del Calabozo (¡una especie de Yoda!) que les dota de poderes, tienen que enfrentarse a los peligros que les acechan. Ahora deben escapar del malvado Venger, y encontrar la forma de volver a casa.
2. Ulises XXXI
Estamos en el siglo 31: Ulises, al mando de la nave Odiseus mata al Cíclope y rescata a un grupo de niños prisioneros, incluyendo a su propio hijo Telémaco y a Thais, una niña con poderes telepáticos procedente del planeta Zootra. Pero ha despertado la ira del dios Poseidón que hace hibernar a la tripulación y le condena a vagar por el Universo del Olimpo hasta que encuentre el reino de Hades. Ulises contará con la ayuda de la computadora central de la nave, Shirka, y de un pequeño robot, Nono, para encontrar la forma de despertar de su letargo a Numaios (hermano de Thais) y al resto de la tripulación y hallar el camino de vuelta a casa. La Odisea de Homero reinventada y en dibujos. Como siempre, molaba la canción.
3. Caballeros del Zodiaco
No podían faltar... Un grupo de muchachos huérfanos son entrenados para aprender a usar una especie de poder interior, llamado cosmos, que les otorga poderes sobrehumanos y les permite ganar unas armaduras regidas por las distintas constelaciones. Ikki, el Fénix, Shun, Andrómeda, Hyoga, el Cisne, Shiryu, el Dragón y Seiya -el irritante prota-, Pegaso. Su misión es proteger a la reencarnación de la Diosa Atenea, aunque para ello tengan que enfrentarse a múltiples enemigos y a la traición en la propia guardia de la diosa, doce caballeros del oro, los Caballeros del Zodíaco que daban nombre a la serie. Más adelante mezclaban en la historia a la mitología nórdica y luego a los dioses del Olimpo (Poseidón, Hades...), que intentaban apropiarse de la tierra, para variar... ¡qué poco originales son los malos! Y la imagen de los perfiles, que se ve que a los japos les mola porque la ponen en cuanto tienen ocasión ¿no? ¡y qué mala era la canción!
4. Los Diminutos
Serie americana que narra la vida de unos seres diminutos que viven en las paredes de las casas y que tienen orejas puntiagudas y pinta de duendecillos. Sólo Quique, un muchacho rubio con curiosas orejas picudas sabe de la existencia de la diminuta famila formada por el abuelo, los padres (Frank y Helena), los hijos (Tito y Lucy) y el tío Dinky, un aviador un tanto torpe que siempre se mete en líos. Los diminutos deben estar alerta para escapar del malvado Dr. Cepo, que quiere atraparlos, cuando salen al mundo exterior. Lo mejor de la serie, los usos que dan los Diminutos a los objetos cotidianos, las cerillas como velas, las agujas como espadas, las bobinas de hilo como mesas, las camas en cajas de cerillas... etc. Otra sección bastante curiosa era una especie de bricomanía "Pequeñas ideas para gente grande", en la que enseñaban a los niños a hacer manualidades con objetos cotidianos.
5. Campeones (Oliver y Benji)
Conocida en el resto del mundo como "Captain Tsubasa" aquí se llamó Campeones, aunque por culpa de la canción todo el mundo creía que se titulaba "Oliver y Benji". Contaba la historia de un chaval, Oliver Aton, cuya pasión era el fútbol. La historia consistía básicamente en los partidos de Oliver y sus compañeros Tom, Bruce y Benji (que empezó siendo rival para acabar siendo amigo) en diferentes torneos. El archi-rival era Mark Lenders, uno con muy mala leche y una vida difícil. Lo más gracioso de la serie es la concepción de fútbol de los japoneses: campos de 18 km de largo, acrobacias imposibles, partidos eternos, y sobre todo, la creencia de que el fútbol es una especie de carrera donde uno corre con el balón y los demás van detrás... Oliver era bueno jugando al fútbol pero bastante negado para lo demás. Había una pobre (Patty) que se pasaba enamorada de él toooda la serie, y él no se empanbaba... Eso sí, estos chavales iban al mundial juvenil y se llevaban por delante a Brasil, Argentina, Alemania... ¡y ganaban el Mundial! ¡hala! Igualito que en la realidad. Le siguieron series como Supergol o Supercampeones (currándose los títulos hasta el final...)
6. Piruetas
Bueno, pues seguimos con los deportes. Los japos se hicieron los amos con infinidad de series deportivas, incluyendo ésta, donde la protagonista, Valentina, se dedica a la gimnasia rítmica, y además de ganar a su amiga y rival Liliana, intentará arrebatar los campeonatos de gimnasia a búlgaras y rusas y conquistar el corazón de Mario, mientras ignora olímpicamente a su vecino Coque, que está locamente enamorado de ella y le compone la música para sus ejercicios. Después de verla me ponía a imitar a Valentina y acababa siempre haciendo el mono con una pelota en mi cuarto, para desesperación de mis padres ¡qué tiempos!
7. Sherlock Holmes
Esta serie contaba las aventuras del famoso detective creado por la pluma de sir Arthur Conan Doyle en formato perruno. A diferencia del personaje de la novela, aquí Sherlock era joven, atlético, amable e incluso guapo (perrunamente hablando, claro), y claro iba acompañado del Dr. Watson. Lo mejor de la serie era el malo, el Doctor Moriarty, una especie de lobo morado vestido de blanco y con monóculo, con su inconfundible risa malvada: "¡Ja, je, ji, jo, ju!" y acompañado de dos esbirros absolutamente torpes, casi tanto como el inspector de Scotland Yard, que siempre llegaba tarde a resolver los casos. Uno de los grandes aciertos fue la sintonía de entrada, al menos en la versión española:
Estamos en el siglo 31: Ulises, al mando de la nave Odiseus mata al Cíclope y rescata a un grupo de niños prisioneros, incluyendo a su propio hijo Telémaco y a Thais, una niña con poderes telepáticos procedente del planeta Zootra. Pero ha despertado la ira del dios Poseidón que hace hibernar a la tripulación y le condena a vagar por el Universo del Olimpo hasta que encuentre el reino de Hades. Ulises contará con la ayuda de la computadora central de la nave, Shirka, y de un pequeño robot, Nono, para encontrar la forma de despertar de su letargo a Numaios (hermano de Thais) y al resto de la tripulación y hallar el camino de vuelta a casa. La Odisea de Homero reinventada y en dibujos. Como siempre, molaba la canción.
3. Caballeros del Zodiaco
No podían faltar... Un grupo de muchachos huérfanos son entrenados para aprender a usar una especie de poder interior, llamado cosmos, que les otorga poderes sobrehumanos y les permite ganar unas armaduras regidas por las distintas constelaciones. Ikki, el Fénix, Shun, Andrómeda, Hyoga, el Cisne, Shiryu, el Dragón y Seiya -el irritante prota-, Pegaso. Su misión es proteger a la reencarnación de la Diosa Atenea, aunque para ello tengan que enfrentarse a múltiples enemigos y a la traición en la propia guardia de la diosa, doce caballeros del oro, los Caballeros del Zodíaco que daban nombre a la serie. Más adelante mezclaban en la historia a la mitología nórdica y luego a los dioses del Olimpo (Poseidón, Hades...), que intentaban apropiarse de la tierra, para variar... ¡qué poco originales son los malos! Y la imagen de los perfiles, que se ve que a los japos les mola porque la ponen en cuanto tienen ocasión ¿no? ¡y qué mala era la canción!
4. Los Diminutos
Serie americana que narra la vida de unos seres diminutos que viven en las paredes de las casas y que tienen orejas puntiagudas y pinta de duendecillos. Sólo Quique, un muchacho rubio con curiosas orejas picudas sabe de la existencia de la diminuta famila formada por el abuelo, los padres (Frank y Helena), los hijos (Tito y Lucy) y el tío Dinky, un aviador un tanto torpe que siempre se mete en líos. Los diminutos deben estar alerta para escapar del malvado Dr. Cepo, que quiere atraparlos, cuando salen al mundo exterior. Lo mejor de la serie, los usos que dan los Diminutos a los objetos cotidianos, las cerillas como velas, las agujas como espadas, las bobinas de hilo como mesas, las camas en cajas de cerillas... etc. Otra sección bastante curiosa era una especie de bricomanía "Pequeñas ideas para gente grande", en la que enseñaban a los niños a hacer manualidades con objetos cotidianos.
5. Campeones (Oliver y Benji)
Conocida en el resto del mundo como "Captain Tsubasa" aquí se llamó Campeones, aunque por culpa de la canción todo el mundo creía que se titulaba "Oliver y Benji". Contaba la historia de un chaval, Oliver Aton, cuya pasión era el fútbol. La historia consistía básicamente en los partidos de Oliver y sus compañeros Tom, Bruce y Benji (que empezó siendo rival para acabar siendo amigo) en diferentes torneos. El archi-rival era Mark Lenders, uno con muy mala leche y una vida difícil. Lo más gracioso de la serie es la concepción de fútbol de los japoneses: campos de 18 km de largo, acrobacias imposibles, partidos eternos, y sobre todo, la creencia de que el fútbol es una especie de carrera donde uno corre con el balón y los demás van detrás... Oliver era bueno jugando al fútbol pero bastante negado para lo demás. Había una pobre (Patty) que se pasaba enamorada de él toooda la serie, y él no se empanbaba... Eso sí, estos chavales iban al mundial juvenil y se llevaban por delante a Brasil, Argentina, Alemania... ¡y ganaban el Mundial! ¡hala! Igualito que en la realidad. Le siguieron series como Supergol o Supercampeones (currándose los títulos hasta el final...)
6. Piruetas
Bueno, pues seguimos con los deportes. Los japos se hicieron los amos con infinidad de series deportivas, incluyendo ésta, donde la protagonista, Valentina, se dedica a la gimnasia rítmica, y además de ganar a su amiga y rival Liliana, intentará arrebatar los campeonatos de gimnasia a búlgaras y rusas y conquistar el corazón de Mario, mientras ignora olímpicamente a su vecino Coque, que está locamente enamorado de ella y le compone la música para sus ejercicios. Después de verla me ponía a imitar a Valentina y acababa siempre haciendo el mono con una pelota en mi cuarto, para desesperación de mis padres ¡qué tiempos!
7. Sherlock Holmes
Esta serie contaba las aventuras del famoso detective creado por la pluma de sir Arthur Conan Doyle en formato perruno. A diferencia del personaje de la novela, aquí Sherlock era joven, atlético, amable e incluso guapo (perrunamente hablando, claro), y claro iba acompañado del Dr. Watson. Lo mejor de la serie era el malo, el Doctor Moriarty, una especie de lobo morado vestido de blanco y con monóculo, con su inconfundible risa malvada: "¡Ja, je, ji, jo, ju!" y acompañado de dos esbirros absolutamente torpes, casi tanto como el inspector de Scotland Yard, que siempre llegaba tarde a resolver los casos. Uno de los grandes aciertos fue la sintonía de entrada, al menos en la versión española:
"Es un detective de lo más singular, sigue cualquier pista hasta dar en el clavo, Sherlock Holmes, es el único es genial, Sherlock Holmes, como él no hay otro igual..."
7. Érase una vez... la vida
¿Pero no se llamaba "La vida es así..."? ¡Ah, no!Éso era la canción. Bastante chula aunque con una letra un poco ñoña. Ésta era una serie educativa, que explicaba a los niños el funcionamiento del cuerpo humano mediante dibujos animados, con un planteamiento muy didáctico. Los personajes básicos siempre eran los mismos, el profesor barbudo, Pedrito, Kira, y los malos eran uno con cara de bruto y otro con pelo pincho y nariz naranja. La serie daba multitud de datos sobre el organismo, como la longitud de los nervios o las veces que late el corazón durante un día... La serie era parte de una colección: Érase una vez el hombre (que contaba la historia de la humanidad) o Érase una vez el espacio (ésta si con una canción súper-chula), Érase una vez los inventores... etc.
8. Spiderman
Serie de dibujos basada en el famoso cómic del asombroso Spiderman. Cuenta las aventuras de Pete Parker, un fotógrafo metido a héroe debido a que, tras la picadura de una araña radiactiva, se modifica su ADN y adquiere poderes sobrehumanos. Ambientada en Nueva York, Pete lucha por el amor de Mary Jane Watson, mientras cuida de tía May y se enfrenta a la ira de Jonah Jameson, el editor del Daily Bugle. En el mundo del trepamuros hay villanos de todo tipo: Kingping, el Doctor Octopus, el Duende Verde, Misterio, Rino, Venom... algunos realmente dan miedo y otros dan risa... normalmente Spidey debe tirar de ingenio científico para lograr derrotar a sus contrincantes. Hubo una versión en la que siendo un estudiante en la Universidad Empire, le acompañaban el Hombre de Hielo y Estrella de Fuego ayudándole a derrotar a los malos.
9. Chip y Chop, los guardianes rescatadores
Serie de 1989 que ponían los sábados por la tarde en el club Disney. Era una versión modernizada del clásico Chip y Chop (Chip & Dale, en inglés). El responsable Chip y el traviesillo Chop, iban siempre acompañados de Monterrey -Monty para los amigos-, el aviador de su cosa voladora, la simpática ratita Gatget -habilidosa inventora de chismes- y Zipper, la mosca-mascota. Juntos se dedicaban a resolver crímenes y a encerrar a los culpables, luchando contra el malvado profesor Nimbus y la banda de crimen organizado de Fat Cat. La sintonía de inicio era todo un temazo "Siempre salvan..."
¿Pero no se llamaba "La vida es así..."? ¡Ah, no!Éso era la canción. Bastante chula aunque con una letra un poco ñoña. Ésta era una serie educativa, que explicaba a los niños el funcionamiento del cuerpo humano mediante dibujos animados, con un planteamiento muy didáctico. Los personajes básicos siempre eran los mismos, el profesor barbudo, Pedrito, Kira, y los malos eran uno con cara de bruto y otro con pelo pincho y nariz naranja. La serie daba multitud de datos sobre el organismo, como la longitud de los nervios o las veces que late el corazón durante un día... La serie era parte de una colección: Érase una vez el hombre (que contaba la historia de la humanidad) o Érase una vez el espacio (ésta si con una canción súper-chula), Érase una vez los inventores... etc.
8. Spiderman
Serie de dibujos basada en el famoso cómic del asombroso Spiderman. Cuenta las aventuras de Pete Parker, un fotógrafo metido a héroe debido a que, tras la picadura de una araña radiactiva, se modifica su ADN y adquiere poderes sobrehumanos. Ambientada en Nueva York, Pete lucha por el amor de Mary Jane Watson, mientras cuida de tía May y se enfrenta a la ira de Jonah Jameson, el editor del Daily Bugle. En el mundo del trepamuros hay villanos de todo tipo: Kingping, el Doctor Octopus, el Duende Verde, Misterio, Rino, Venom... algunos realmente dan miedo y otros dan risa... normalmente Spidey debe tirar de ingenio científico para lograr derrotar a sus contrincantes. Hubo una versión en la que siendo un estudiante en la Universidad Empire, le acompañaban el Hombre de Hielo y Estrella de Fuego ayudándole a derrotar a los malos.
9. Chip y Chop, los guardianes rescatadores
Serie de 1989 que ponían los sábados por la tarde en el club Disney. Era una versión modernizada del clásico Chip y Chop (Chip & Dale, en inglés). El responsable Chip y el traviesillo Chop, iban siempre acompañados de Monterrey -Monty para los amigos-, el aviador de su cosa voladora, la simpática ratita Gatget -habilidosa inventora de chismes- y Zipper, la mosca-mascota. Juntos se dedicaban a resolver crímenes y a encerrar a los culpables, luchando contra el malvado profesor Nimbus y la banda de crimen organizado de Fat Cat. La sintonía de inicio era todo un temazo "Siempre salvan..."
10. Bola de Dragón
Bola de Dragón no podía faltar, no porque fuera mi favorita, sino porque marcó un hito. Junto con los Caballeros del Zodiaco, fue uno de los primeros y más importantes ejemplos del anime japonés que muy pronto invadiría Europa. El protagonista es Son Goku, un niño un poco peculiar. Viaja en una nube amarilla que vuela por los aires, tiene cola de mono (literalmente), practica artes marciales y se dedica a buscar 7 bolas de dragón mágicas, cuando las reuna podrá pedir tres deseos. La serie fue muy larga e incorporó a multitud de personajes, amigos y enemigos: Bulma, Crilin, Begeta, Piccolo... sin olvidar al Maestro Tortuga. Goku reunió las bolas de dragón, se reveló su origen extraterrestre, se casó, tuvo un hijo (Son Gohanda), murió, resucitó, y entre medias repartió galletas a todo el que se lo mereció o se acercó lo bastante (Ondaaa vitaaal...) La primera sintonía, cantada por Barón Rojo era de lo mejor : "Vamos con afán, todos a la vez, a buscar con ahínco la bola de dragón..." La sintonía de cierre también molaba "Volando, volando, siempre arriba..." Las sucesivas temporadas incorporaron una letra detrás del título, hasta Bola de Dragón GT, que creo que fue la última.
Bola de Dragón no podía faltar, no porque fuera mi favorita, sino porque marcó un hito. Junto con los Caballeros del Zodiaco, fue uno de los primeros y más importantes ejemplos del anime japonés que muy pronto invadiría Europa. El protagonista es Son Goku, un niño un poco peculiar. Viaja en una nube amarilla que vuela por los aires, tiene cola de mono (literalmente), practica artes marciales y se dedica a buscar 7 bolas de dragón mágicas, cuando las reuna podrá pedir tres deseos. La serie fue muy larga e incorporó a multitud de personajes, amigos y enemigos: Bulma, Crilin, Begeta, Piccolo... sin olvidar al Maestro Tortuga. Goku reunió las bolas de dragón, se reveló su origen extraterrestre, se casó, tuvo un hijo (Son Gohanda), murió, resucitó, y entre medias repartió galletas a todo el que se lo mereció o se acercó lo bastante (Ondaaa vitaaal...) La primera sintonía, cantada por Barón Rojo era de lo mejor : "Vamos con afán, todos a la vez, a buscar con ahínco la bola de dragón..." La sintonía de cierre también molaba "Volando, volando, siempre arriba..." Las sucesivas temporadas incorporaron una letra detrás del título, hasta Bola de Dragón GT, que creo que fue la última.
Había que elegir 10, pero llegados a éste punto siempre me quedo descontenta, me han faltado, por ejemplo Los Snorkels, Los Osos Gummi y Patoaventuras, que merece mención aparte por su sintonía de inicio: "Tienen para tí un pastel de cumpleaños, hablarás con ellos en la cua-cua lengua, si te diviertes vuelve mañana..."
Podría mencionar otras más como Mofli, el último Koala, la extraña serie española La Corona Mágica o incluso Los Fruitis, frutas que vivían en volcanes ¿en volcanes? y no sabemos lo que comían. Dejamos para el Cuarto Milenio de Iker Jiménez averiguar por qué demonios la piña tenía acento andaluz y se llamaba Gazpacho...
Os propongo que cada uno elabora su propia lista o digáis si echáis alguna en falta. También se aceptan críticas... Luego, a partir de los años 90 llegaron a la televisión española infinidad de animes japoneses en los que los temas se repetían: artes marciales, deportes, magia... etc.
Tendré que hacer un Top Ten de Anime...¿no os parece?
Tendré que hacer un Top Ten de Anime...¿no os parece?