Rafa Nadal lo ha vuelto a hacer... el mejor tenista español de todos los tiempos, actual número uno del mundo, ha ganado esta mañana el Open de Australia de 2009. Este chico nos está malacostumbrando con esa manía suya de ganarlo todo (Roland Garros, Wimbledon, la medalla de oro olímpica, el número uno mundial...) por difícil que parezca el reto. Este torneo hasta hoy se había resistido a los tenistas españoles. La última y mejor oportunidad fue la de Carlos Moyá, que hace 12 años perdió en la final frente a Pete Sampras, aunque se permitió el lujo de acabar su discurso bromeando con un "Hasta luego, Lucas..."
Este año Nadal ha llegado dispuesto a demostrar que no consiguió encaramarse a lo más alto de la lista de la ATP en 2008 por casualidad. Su objetivo, ser el primer español que logra ganar los cuatro Grand Slam. Ya tiene Roland Garros (4) y Wimbledon. Venía a ganar en Australia. Después sólo quedará el Open de Estados Unidos. Pero vayamos por partes.
Rafa Nadal llegó al torneo de Melbourne motivado y confiado. Y comenzó (igual que Federer) como los grandes: pasando rondas, ganando fácil y seguro. Más difícil lo tuvo su compatriota, Fernando Verdasco (14º cabeza de serie). El héroe de la Davis tuvo que vencer sucesivamente a Novak Djokovic, el vigente campeón, y a Tsonga, el sorprendente finalista del 2008, pero este año Verdasco venía enchufadísimo. Su amigo, el ex-tenista André Agassi le había dicho hace poco: "Fernando a los torneos no se viene a jugar, se viene a ganar", y el español estaba aplicándose a fondo.
Y llegó el partido de semifinales. Un encuentro fratricida entre dos amigos y compañeros, que garantizaba al menos un componente de la Armada en la final de Melbourne. El partido fue épico, increíble... terminó ganando Nadal, quizá por experiencia (que siempre es un grado) después de 5 horas y cuarto de partido; el más largo y probablemente uno de los mejores de la historia del torneo. Federer también había hecho los deberes ganando su semifinal (a Roddick) y aceptaba con una sonrisa una nueva final contra Nadal: "Hubiera preferido a Verdasco" confesó. Hasta entonces Nadal y Federer se habían enfrentado en 15 finales con 11 victorias para el español, la última en el pasado Wimbledon.
Por fin, la final. Nadal llegaba algo cansado tras el durísimo partido con Verdasco y sufrió un mareo durante el entrenamiento previo. Pero se recuperó y decidió jugar. El partido fue emocionante, igualado, con alternancias en el marcador. Jugaron los dos primeros sets y se adjudicaron uno cada uno. Sólo el primer set ya duró más que la final femenina completa. El final del tercer set fue de infarto y después de un emocionante tie-break Nadal se imponía en el marcador. Sólo necesitaba ganar un set más pero el español comenzó mal y antes de darse cuenta tenía un break en contra (2-0). Pero volvió a hacer de las suyas, le devolvió el break a Federer e igualó el marcador (2-2). En el siguiente juego Nadal tuvo varias oportunidades de romper otra vez el saque al suizo, pero no lo consiguió y ahí perdió el cuarto set. Federer recurrió al plan B, tiró de clase, comenzó a meter golpes ganadores y remontó, para acabar ganando el set (6-3).
El quinto set era el decisivo. Y fue extraño. Federer, quizá un poco frío o algo desconcentrado, se mostró impreciso y Nadal consiguió romperle el saque muy pronto. Y siguió ganando hasta el 1-4. Para entonces Federer ya parecía perdido y desquiciado. Jugaba un poco a la desesperada, errático, jugándose los golpes y molesto por cada decisión de los árbitros. Tras el 2-5, el suizo sacaba para sumar su tercer juego, pero éste nunca llegó. Tras desaprovechar dos bolas de partido, Nadal finalmente lograba su objetivo. Habían pasado 4 horas y 23 minutos. El marcador final era 5-7, 6-3, 6-7 (3), 6-3 y 2-6. Por fin un español había ganado en Australia.
Tras la correspondiente ceremonia llegó a los campeones el momento de hablar. Y sucedió lo inesperado. El impasible Federer, emocionado, rompió a llorar ante el micrófono, y fue Nadal, en un gesto de generosidad el que tuvo que consolarlo. Su compañerismo y respeto mutuo aumenta la grandeza de estos deportistas y hacen del tenis, más que nunca, un deporte de gentlemen.
Cuando el suizo consiguió articular palabra, aparte de los agradecimientos de rigor, quiso devolver el honor de hablar al final a "este chaval" (Nadal), que era quien se lo merecía. Rafa, por su parte, comenzó disculpándose "por lo de hoy" con Roger y recordándole que es uno de los mejores de todos los tiempos. Intensa ovación. La de Rafa fue una celebración contenida por respeto al rival y eso aumenta su valor... Incluso se saltó una broma que tenía pensada para acabar su discurso, aludiendo al comentario de Moyá, 12 años antes: "Carlos, Lucas ya ha llegado..."
6 comentarios:
Que bonito y emocionante ha sido el partido. Ha sido espectacular y épico. (Para los de la logse, la cosa grande)
Que bueno, que bueno, que bueno.
Nadal number 1 !!!
Que grande es Nadal y que clase tiene Roger, el (al menos todavia) mejor tenista de la historia
yo me emocione cuando se puso a llorar, de hecho iba a hacer una entrada en el blog de ello, pero la tuya es mucho mejor que la que yo habia pensado
no se si os dais cuenta pero la coincidencia hace que en la frase final de la entrada se diga el nombre y apellido del mejor individuo k conoceis, y no es bender!!!
Ah si??!!
Pone Alberto Chorizo Rojo ???
A ver, a ver...
XDDDDD
Qué majos los Maska-amigos y los Maska (a secas) que comentan incluso en los blogs de las hermanas saboteadoras... hehehe. Yo tamién me emocioné con el pobre Roger llorando delante del micro sin poder decir ni palabra... y con la cara de la novia, que se estaba imaginando el papelón de después... hehehe
Nadal es un number 1 jugando al tenis y como persona, sí señor!
Y respecto a Bender y no sé qué persona fantástica... no lo pillo, no, no...
hey crispis!
hay q ver q entradas tan magníficas haces...!
desde las tierras del frío (q en realidad no es tanto, eh?) se leen tus entradas q da gusto...
muack!
¿No lo habías leído hasta ahora?? So maléfica... así no aumenta el número de comentarios de mi blog...
En fin te lo perdonaré porque seguro que en Estocolmo tienes el cerebro medio congelado y atrofiado de tanta nieve y hablar suequinglish (que para los no enterados es el dialecto del inglés que hablan algunos suecos... cuando no se están haciendo los ídem)Jejeje...
Besines y achuchones electrónicos...
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