Muere el alma de Nacha Pop

Antonio Vega, fundador y ex componente del mítico grupo Nacha Pop, falleció ayer en Madrid. Tenía 51 años y la mayoría los había vivido al borde del precipicio. Fue ingresado en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid con diagnóstico de neumonía pero los médicos acabaron detectando un cáncer de pulmón que acabó llevándose por delante a uno de los músicos más sensibles y de más talento del pop español.

En 1987 había fundado con su primo, Nacho García, uno de los grupos clave de la movida madrileña, Nacha Pop, y sería el autor de temas tan inolvidables como "La chica de ayer", "Se dejaba llevar por ti", " Cómo hablar" o "El sitio de mi recreo", en su etapa más intimista.

Pese al éxito logrado, este chico tímido, triste y solitario, pagó las consecuencias de su malograda vida personal, donde su adicción a la heroína acabaría pasándole factura. Se ha marchado prematuramente, como suele ocurrir con los genios, pero nos ha dejado algunas de las más bellas canciones de nuestra historia. Me gustaría recordarle como era antes de que le marcaran su adicción y la enfermedad. Antonio, gracias por tu música, espero que al fin hayas encontrado "el sitio de tu recreo"



Donde nos llevó la imaginación, donde con los ojos cerrados
se divisan infinitos campos.
Donde se creó la primera luz, junto a la semilla de cielo azul
volveré a ese lugar donde nací.

De sol, espiga y deseo, canto y risa, voz del miedo...

Viento que en su murmullo parece hablar, mueve el mundo y con gracia le ves bailar,
y con él, el escenario de mi hogar.
Mar, bandeja de plata, mar infernal, es su temperamento natural,
poco o nada cuesta ser uno más.

De sol, espiga y deseo, son sus manos en mi pelo,
de nieve, huracán y abismos, el sitio de mi recreo...

Silencio, brisa y cordura, dan aliento a mi locura,
hay nieve, huracán, hay deseos, allí donde me recreo...


2 comentarios:

anuska dijo...

Vaya Cris, muy emotiva esta entrada!!
Pobre Antonio Vega, qué vida tan triste tuvo además, sobre todo al final...

Maska dijo...

nació yonki el pobre (lo digo por el aspecto, coñas a parte), pero tenía una buena voz.